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29 de septiembre de 2006

Exodo


“…me acuerdo que cuando venían los aviones a bombardearnos, la gente se refugió en unos grandes almacenes que había en calle Martínez, imagínate, cientos de personas esperando que pararan las explosiones. Pues cayó un obús allí, justo en el centro…murieron muchas “criaturas” aquel día…”

Superviviente, 14 años en 1937


Siempre se ha dicho que tras un conflicto bélico la crónica la escriben los vencedores; pero cuando las vergüenzas cometidas son también responsabilidad de los vencidos, la consecuencia es que esas abominaciones pasan a formar parte del olvido y se convierten simplemente en un difuso borrón en la memoria histórica.


Escuetos los gritos de victoria y ocultados los actos deshonrosos, cuando motivado por la venganza y en represalia por los sucesos acontecidos en los primeros meses de la Guerra Civil Española en la desobediente Málaga, “la roja”, así denominada por el bando “Nacional”; el General Queipo de Llano ordena la toma de la ciudad. Un contingente formado por alrededor de 25.000 soldados entre italianos, musulmanes y milicianos de derechas españoles, con el apoyo de los alemanes a las fuerzas aéreas y artillería naval fascistas, un 6 de Febrero de 1.937 la ciudad es cercada por todos los flancos. El abandono y la negativa a enviar refuerzos para su defensa por parte del Gobierno Republicano dirigido por Largo Caballero, aboca a la ciudad a su ocupación el 8 de Febrero sin apenas resistencia, habiéndose ordenado a la población civil su evacuación el domingo 7 de Febrero.


Sin percatarse que era una maniobra del ejercito faccioso para convertirlo en una ratonera sin escapatoria, se estima que entre 50.000 a 150.000 malagueños emprendieron éxodo a pié por la única vía de salida permitida en dicha ocupación, la carretera Málaga-Almería, la gran mayoría mujeres y niños.

“…cuando los barcos nos bombardeaban, corríamos a escondernos bajo la carretera, nos metíamos dentro de los tubos que colocan para que corra el agua por debajo cuando llueve. En los tubos había gente muerta y mi madre me decía que estaban dormidos, era muy pequeña ¿yo qué entendía?...”

Superviviente, 14 años en 1937


Durante el trayecto, la huida fue acompañada por los buques de guerra franquistas que encañonaban indiscriminadamente a los civiles que intentaban escapar, mientras los aviones germano-italianos ametrallaban y bombardeaban la carretera.

“Lo mismo que pasó en la carreta de Málaga-Almería lo he visto luego, y lo sigo viendo, muchas veces en el cine y en la televisión. Creo que lo que hicieron en Málaga fue como un ensayo de lo que posteriormente sucedió en otras guerras. Pero la primera vez que se atacó y bombardeó así a la población civil fue a nosotros, en aquella carretera: ocuparon Málaga y prepararon una trampa criminal a la salida”

Superviviente, 12 años en 1937


No se sabe con exactitud, las cifras hablan de 5.000 la cifra de muertos en la “espantá” o “desbandá” como se la conoce en Málaga.

“…la madre de tu abuelo, vamos, tu bisabuela, la montaron en un camión o furgoneta (posiblemente la ambulancia del doctor y héroe en estos acontecimientos Norman Bethune) y ya no se supo más de ella. Le perdieron la pista el Vélez-Málaga, se sabe que llegó hasta allí, pero que ocurrió con ella o donde la enterraron no se averiguó nada…”

Superviviente, 14 años en 1937


Tras la Toma de la ciudad, la represión franquista fue especialmente virulenta en Málaga. Del 8 de febrero de 1937 hasta el 25 de agosto de 1944, fueron condenadas a muerte y fusiladas en plena calle más de 20.000 personas acusadas de “rojos”.

Acontecimientos que por las barbaries cometidas por unos y por el indolente desamparo a la que se vio sometida la población por parte de los otros, pasa a formar parte de los episodios olvidados en los libros de historia. La crónica negra junto al mar azul, borrada durante años de la memoria histórica.

“A los tres cuartos de hora, un parte de nuestra aviación me comunicaba que grandes masas huíana todo correr hacia Motril. Para acompañarlesen su huida y hacerles correr más a prisa, enviamosa nuestra aviación que bombardeó incendiando algunos camiones.”

Queipo de Llano, Charla radiofónica , 9 febrero 1937

“Nunca he olvidado a aquella mujer que, herida por un obús, en medio de un charco de sangre amamantaba y abrazaba a su hijo de dos meses.”

superviviente: 10 años en 1937

“No hay duda alguna de que la rebelión militar que se inició el 17 de julio en la plaza de Melilla (...) Que la opinión publica española quiere esto (...) está más claro que la luz (...)Y si hay alguien que lo duda, que se lo pregunte a Málaga, la bella ciudad roja redimida...Ella hablará.”

Discurso del general Mola, ABC, Sevilla 28-2-37

“Así fue como más de 150.000 malagueños iniciaron una dramática huida por la costa en dirección a Almería, hostigados por bombardeos aéreos y desde el mar que produjeron miles de víctimas entre hombres mujeres y niños. Esta tragedia humana no ablandó ni mucho menos el corazón de los atacantes, pues la forma en que se apresuraban a escapar y cómo se les exterminaba era incluso objeto de comentarios jocosos mientras les disparaban desde los barcos.”

Víctor Mª Sola y Carlos Martel
Para saber más:
Bibliografía y fotografías

27 de septiembre de 2006

Ultimátum

En un mundo ya de por si lleno de peligros, una nueva amenaza perturba la paz e inquieta a las autoridades, los ciudadanos están alarmados y piden soluciones.

Una malévola organización está detrás de los hechos; tras la consecución de un espeluznante acto de sabotaje, la detención de uno de sus miembros los ha revelado. Se ignora la implicación de estos sujetos en otros sucesos de similares características, de los cuales se desconoce la autoría.

Su líder, autodenominado como Teddy del que solo tenemos esta fotografía, ya ha remitido un breve comunicado que a continuación les reproducimos.

“…Estamos hartos de que no se nos escuche. Estamos ya cansados de esa imagen
de ternura infantil que nos han atribuido sin tan siquiera preguntarnos cual era nuestra opinión.

Vamos a poner fin radicalmente a los asfixiantes abrazos,
a los arrumacos y al trato degradante al que nos vemos expuestos. Los
mutiladores hermanos mayores lo van a pagar, no vamos a consentir más
experimentos por su parte.

Hoy han sido vuestros peces, pero mañana
podrá ser vuestro mobiliario urbano o los juguetes de vuestros hijos. Estad
preparados, no hacemos prisioneros…”

Esta espeluznante declaración de intenciones fue entregada en la oficina del gobernador de New Hampshire en EEUU, estado en el que se produjo el acto terrorista, y posteriormente remitida a los medios de comunicación.

El presunto autor de los hechos

Ya se están tomando medidas para evitar acciones futuras, se ha prohibido la entrada de ositos de peluche en las piscifactorías de aquel país y se presumen disposiciones similares por parte del resto de naciones con el beneplácito de la ONU.

¿A qué nos estamos enfrentando? ¿Cuál será el alcance de sus actos? ¿Atenderán al diálogo?

Seguiremos informando.

25 de septiembre de 2006

Historias del grano de arena. # 3. Rebajas de septiembre

En esta época del año, y a cualquier hora del día, cientos de personas se aglutinan en los centros comerciales, que como autómatas, reclaman apresuradamente la prenda o complemento de la temporada otoño-invierno que los asemeje a los patrones de chico o chica de portada que los haga algo distintos, sin darse cuenta que cuando todos son diferentes, ya nadie lo es.

El otro día, en la desesperada búsqueda de un regalo para un amigo, siempre es desesperado cuando se deja todo para el último día, cometí la imprudencia de adentrarme en uno de estos atestados centros comerciales. Sin dejarme contagiar por el bullicio, escudriñaba con firmeza los coloristas escaparates en un intento de orientarme en el obsequio a realizar pero sin dejarme hipnotizar con el ruido estridente que proviene de los locales comerciales. Tengo la certeza que ese continuo murmullo, en combinación con los ritmos repetitivos de la música disco, nublan la mente abandonado tus sentidos al mas puro instinto consumista.

Agotado y aburrido del deambular por estos extravagantes pasadizos que conforman las sedes de la oferta y la demanda, no pude dejar de percatarme, que entre una tienda con elegantes maniquís de postura relajada y otra con sus involuntarios títeres vestidos de ropas chillonas y poses que desafían las leyes de la física anatómica, un pequeño local exhibía con grandes letras negras, OFERTAS DE SEPTIEMBRE.

Me acerqué al escaparate y pude observar que tras los cristales no había ropa ni ningún otro artículo, de hecho el interior también parecía vacío.
- ¿Puedo ayudarle?, me preguntó repentinamente una señorita uniformada de la cual no me había dado cuenta que estaba junto a la puerta.
- ¿Pe..Perdón?, le contesté sin poder evitar una reacción de sorpresa.
- ¿Qué si puedo ayudarle?, reiteró la pregunta inclinándose ligeramente hacia mí.
- ¿Y que es lo que venden?, dije con expresión de incredulidad.
Se aproximó, y acercándose la mano derecha al lateral de su boca a modo de que su respuesta fuera más discreta, casi con un susurro me contestó, - Aquí vendemos pecados capitales.
- ¿Pecados?, volví a contestar aún con mas desconfianza.
- Si señor, pecados, ¿le interesa?, respondió con aire de suficiencia.
- No…no lo se, ¿podría interesarme?, ya me había vencido la curiosidad.
- Acompáñeme por favor, instándome a pasar al interior con gesto reverente.

La chica vestía un traje ejecutivo de color rojo y camisa blanca, del mismo color que el vestido, lucía un sombrero similar al que usan las azafatas de vuelo del que sobresalía una espesa melena rubia. El atuendo, lejos de disimular los encantos de la fémina, como suelen hacer la mayoría de los uniformes, le otorgaba un toque de elegancia y realzaba su belleza.
- Siéntese si es usted tan amable, solicitó señalándome una silla.
Con el suelo revestido de tarima de roble y las paredes pintadas en color vainilla, en el local no había nada a excepción de una mesa con algún que otro material de oficina y dos sillas.
- ¿En que estaba usted pensando exactamente?, empezó a hablar rompiendo el sórdido silencio de la estancia.
- No se, es que no entiendo exactamente qué es lo que venden.
- Caballero, como ya le he dicho antes nosotros vendemos pecados capitales, pronuncio ofendida.
- Lo siento, no sabía que los pecados se pudieran comprar y vender, por cierto, ¿cómo que están en rebajas?, son los únicos con ofertas en el centro comercial, le pregunté intrigado.
- Pues mire, en otoño, como también ocurre a principios de año, la gente tiene buenos propósitos, con el final de las vacaciones se ponen a régimen, dejan de fumar e intentan ser mejores personas, con lo cual las ventas caen, para evitar el impacto que provocan estas pérdidas hacemos descuentos de hasta el 50%.
- Muy bien, muy bien, buena iniciativa, le contesté en tono de aprobación, bueno, pues enséñeme su catálogo, le solicité interesado.
De un cajón sacó una especie de cuadernillo que bien podía pasar por el menú de un restaurante, las tapas de cartón satinado eran del mismo tono rojo que el vestido de la joven.
- Bien, como le decía antes, ¿tiene algo en mente?
- Que tal si empezamos por algún que otro pecadillo menor, le dije invitándola a que me explicara el contenido de su listado de productos.
- Podríamos empezar por los considerados menores, comentó ojeando el catálogo, ¿qué tal le parece la gula?
- Uf, creo que de gula estoy servido, presumo que un poco más me puede causar problemas.
- Ya veo, observo que usted no se suele privar, por lo que vamos a descartar también la pereza. La gula con ciertos toques de pereza suelen provocar afecciones cardiovasculares y ser causa de obesidad. No queremos que nuestros clientes enfermen por culpa de nuestros productos, expresó de forma divertida.
- Veamos que le puede venir bien…
- Quisiera preguntarle una cosa si no le importa, le interrumpí amablemente.
- Dígame, soy todo oídos, contestó con cara de prestar atención.
- ¿No sería más ético y rentable vender valores? No se, ofrecer a la gente paciencia, compresión, vamos, ese tipo de cosas.
- Ya lo intentamos, ya, pero no funcionó, todo el mundo cree que es buena persona. En un año solo conseguimos vender un poco de constancia a unos estudiantes y algo de ambición a un empresario novel, me explico con gesto de resignación. Ah, un político compró una vez sabiduría.
- ¿Un político compró sabiduría? ¿Cuál es para votarlo en las próximas elecciones?, pregunté intrigado.
- Lo siento mucho, una vez adquirida, vio la luz y…se retiró de la política, apuntó la mujer en tono jocoso sin poder evitar una enorme sonrisa.
- En realidad lo que nos proporciona éxito y bienestar es completar nuestras carencias y aunque no lo parezca, ser depositarios de alguna que otra capacidad de pecar puede ayudarnos a alcanzarlo…
- Si, ¿Cómo?, volví a interrumpirle, esta vez menos amablemente.
- ¿Podemos continuar? Preguntó con tono solemne, no se apure, si me deja podré contárselo.
- Si, por favor, contesté visiblemente indignado.
- Mire, usted parece apocado, indicó con condescendencia, creo que usted lo que necesita es un poco de ira. Con la ira podrá recriminar a los funcionarios que quieran marearlo con esos aburridos trámites burocráticos, por fin podrá reprender a ese individuo que siempre se le cuela en la cola del médico, quién sabe, incluso podría poner en su sitio a ese compañero de trabajo abusón, ¿y a su jefe?.
- Visto de ese modo…, le dije valorando su apreciación.
- Usado correctamente, una pizca de envidia con ciertos toques de avaricia ayudan mucho a la hora de conseguir esos bienes materiales que usted cree tan alejados. El hecho de ver que otros tienen más cosas que usted y ese afán de tener más que nadie es un impulso importante para poder adquirir ese coche que tanto le gusta, o esa casa tan inalcanzable. ¿Ve usted?

Parecía increíble, pero le estaba encontrado sentido a las explicaciones de esa extraña mujer.
- ¿Y la lujuria?, ¿que me dice usted de la lujuria?, le pregunté.
- Pues verá, la lujuria es uno de los pecados más demandados, ¿por qué?, porque gracias a la lujuria algunas personas alcanzan esa seguridad en si mismos que de otro modo tendrían que conseguir por otros medios, se detuvo haciendo un gesto con la mano como si bebiera de una botella a la vez que ponía una mueca bobalicona en su rostro. Pero usted ya sabe, esos medios pueden ser contraproducentes en las relaciones con los demás, sobre todo con el sexo opuesto. La lujuria nos da ese empujón que necesitamos, sobre todo si la unimos a la soberbia, esa es la clave de la satisfacción sexual. ¿Lo ve?
- Pues puede que usted tenga razón, dije desconcertado.
- ¿Y el precio?, Pregunté.
- Como ya le comenté antes, este mes tenemos descuentos del 50%, aunque se me ha olvidado mencionarle que tenemos packs que incluyen tres pecados al precio de dos, me explicaba diligentemente.
- ¿Y cuales me recomienda?
- Estos últimos años se está llevando mucho el lote ira, avaricia y lujuria, pero los pecados se pueden combinar a gusto del cliente, aunque debo advertirle que hay pecados que no armonizan muy bien. Por ejemplo ira y soberbia en un mismo lote puede provocar situaciones violentas cuando alguien pone en duda nuestras cualidades. La mezcla hay que pensársela bien.
- Bueno, ¿se ha decidido?, preguntó a sabiendas de que había realizado correctamente su tarea.
- No se, no se, ¿me lo puedo pensar?, dije casi con temor.
- Claro caballero, pero recuerde que tiene hasta final de mes para decidirse…si quiere aprovechar el descuento claro.
- Y si no estoy satisfecho, ¿me devuelven el dinero?, repliqué buscando una aclaración.
- Lo lamento, los pecados capitales no son un artículo que pueda devolverse, una vez adquiridos son para siempre. Cuando también vendíamos valores humanos, junto con el pack tres por dos, regalábamos una muestra de conciencia, lastima que lo hayamos retirado del mercado.
- Pues me lo voy a pensar y otro día vuelvo, ¿vale?
- No hay ningún problema señor, estamos aquí para servirle y esperamos que vuelva a visitarnos, me despidió marcialmente con muestras de que tenía el discurso bien aprendido.

Me marche desorientado y la sensación de haber vivido una experiencia psicodélica sin haber tomado nada. Tengo mi folleto explicativo sin tener idea que hacer.

¿Qué harían ustedes? ¿Probarían primero a probar solamente un pecado? ¿O por el contrario me arriesgo y compro el lote tres por dos?...

...¿Y si se lo regalo a mi amigo?...

21 de septiembre de 2006

Blanco o negro

Siendo unos cigotos sin conciencia debemos elegir, niño o niña, nuestra primera decisión, tan importante como definitoria en el transcurso de nuestra existencia, tan cruel como obligarte a firmar tu sentencia de muerte sin saber leer.

Estudiar o no estudiar, carne o pescado, café o te; tomar una determinación al fin y al cabo, dos posibilidades y una sola respuesta. El resultado de nuestra felicidad en base la suma de lo creemos que debemos escoger. Las elecciones que tomemos serán nuestra responsabilidad y nuestro disfrute. A veces, cuando tomamos una decisión no nos paramos a pensar las consecuencias que puede acarrearnos dicha decisión y no darnos cuenta de la trascendencia que puede llegar a tener en el desarrollo de nuestras vidas.



Opciones de forzada resolución, homosexualidad o heterosexualidad.

Dilemas que determinan nuestro futuro, ciencias o letras, universidad o mundo laboral, apostar por un resultado incierto o por el contrario comenzar a vivir el presente como un ciudadano más.

Aceptar el compromiso y la estabilidad del matrimonio o continuar siendo solteros de vida desordenada y libre de cargas, poner en una balanza el afecto y el calor familiar en contraposición al hago lo quiero cuando quiero aunque de vez en cuando echo de menos una caricia.

Ventajas e inconvenientes, blanco o negro sin tan siquiera tener la posibilidad de pasar por el gris. ¿Será el gris la solución a la felicidad?¿será el gris tan sobrio como su nombre indica? Incluso la inquietud del punto intermedio se reduce a dos cuestiones y una solución.

Pensar que el resultado de nuestro deambular por este planeta no es todo lo grato que se suponía en un principio quizás tenga un vano consuelo, que lo hicimos lo mejor que pudimos y que para bien o para mal hiciste tu elección y es lo que escogiste.