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26 de enero de 2007

Mi nombre es cuatropelos. ¡Bienvenido cuatropelos!

Estoy aquí para hacer una confesión. Es un secreto que llevo encerrando con llave en mi interior desde hace mucho tiempo y tengo la necesidad de dejar escapar. Liberar la insoportable quemazón que me destroza el alma y acrecienta el poder de mi conciencia para no cesar en su empeño de hacerme daño. El dolor que asola lo más recóndito de mi corazón por la pertinaz negativa a redimirme de mi pecado.

Si, señoras y señores, yo veo Cuarto Milenio.

Si, ya se que pensaban que la afirmación de que había gente que lo veía era una leyenda urbana. No hay que acudir al clásico recurso para contar un rumor: “qué si un amigo de un amigo”, “que si el primo de mi primo”. Si, yo lo veo, sin intermediarios, cuatropelos de todos los santos. Me confieso padre, que he pecado.

Además quisiera hacer un comunicado oficial a los señores editores del la publicación que a mediados de los noventa leía y releía con una avidez sobrenatural: era yo el que compraba NOTICIAS DEL MUNDO.

Inspirada en la revista, aún en activo, Weekly World News, este periódico semanal nos transportaba a un mundo delirante en el que podía ocurrir cualquier suceso inverosímil. Las peripecias de Mauricio, el niño murciélago, el descubrimiento de la calavera de Drácula o la misteriosa aparición de la cara de Chiquito de la Calzada en un jamón, eran contenidos habituales del rotativo. Esta desquiciada publicación solo cuenta con 41 números y desde entonces, a excepción del suplemento “Manda Güevos” de la revista El Jueves, no ha aparecido en el mercado español ningún periódico de corte similar.

Si buscan un por qué a este comportamiento tan irracional, solo decirles que la motivación que me impulsan a tal aberración, es, simplemente la amargura y el desconsuelo que infunde el hecho de convertirse en adulto. El ser aplastado por la triste realidad que supone saber que Fantasía no existe, que los cuentos no han sucedido realmente, que el monstruo en el armario es un abrigo travieso que adopta singulares posturas en la penumbra. Descubrir que todos los dogmas de la infancia son solo eso, el producto de la imaginación de un niño.

Quizás inconscientemente, estos personajes que nos muestran eventos de escasa credibilidad, por un momento, nos transportan a algunos a ese mundo irreal, la abstracción que nos traslada a un mundo de fantasmas, teorías inverosímiles y misterios inexistentes. Pero en ese momento, por pequeño que sea, un Iker Jiménez cualquiera se convierte en el Peter Pan, que sin saberlo, me guía con paso firme y solo interrumpido por unos minutos de publicidad, a mi particular y personal País de Nuncajamás.
Imágenes vía El Ranti Blog

23 de enero de 2007

No pienso, luego no existo

En todos los ámbitos de nuestra vida, los que no estamos dotados de la capacidad de raciocinio, estamos condenados a la maldición que nos obliga a someternos a los errores de los pensantes. Estos regentes del buen criterio, conocedores incluso de su soberana incompetencia, obvian las evidencias y la razón e imponen sus conjeturas, en ocasiones desbarajustes, y, sin dudar ni un instante nos dan palmaditas condescendientes en la espalda para recordarnos que nuestra opinión no es necesaria; reprochándonos incluso el simple hecho de aventurarnos al intento de tomar nuestras propias decisiones.

A los gobiernos, no importa el color de sus ideologías, disfrutan atribuyéndose la potestad de establecer a la fuerza la doctrina de un pueblo, sin ni tan siquiera plantear la posibilidad de dar la oportunidad de ser cuestionados. Determinan nuestros designios, “que para eso hemos sido elegidos”, y achacan las objeciones a individuos aislados sin dar opción a otras suposiciones. Los medios de comunicación eligen las verdades más sensacionalistas y deforman su contexto. Para atraer la atención del público, las noticias son adolescentes tan maquilladas, que no se puede discernir la auténtica realidad. Crónicas en las que las guerras son simples altercados y en las un gamberro de los de siempre, se transforma en un peligroso delincuente. Manipulan nuestras conclusiones orientándonos a qué debemos pensar. Hasta en los aspectos más nimios de nuestra vida, siempre hay alguien que nos insta con sus determinaciones hacía donde debemos ir, como comportarnos o como ir vestidos.

Estamos rodeados de inteligentes pensadores de cuyos discernimientos dependemos los simples mundanos. Sin sus brillantes consejos en este mundo reinaría el desconcierto, hasta que se equivocan, entonces la culpa recae del lado de los pobres descarriados; pero eso ya es otra historia. Aunque, que más da lo que diga; que piensen los que tengan que pensar y a mí que me dejen tranquilo, que ese no es mi trabajo.

22 de enero de 2007

Músicas heterodoxas: Muse

Aunque Muse es una banda agraciada con el beneplácito de la crítica y del público, no podemos negar que su sonido es cuanto menos peculiar. Ya desde su primer álbum de estudio, Showbiz, estaban llamados a ser uno de los grandes grupos consagrados del siglo XXI, y, aunque su música ha evolucionado enormemente en tan solo cuatro discos, quizás tendiendo a un toque más comercial, son un referente obligado en el panorama rock internacional.

La particular voz de Matthew Bellamy y su armónica estridencia con la guitarra -sobre todo en su fantástico directo- , muy llamativas en Origin of Symmetry, son unas de las características que hacen diferente a Muse, eso sin contar una calidad compositiva indudable y unos acordes que ocasiones parecen inspirados en la música clásica. Este último aspecto se hace aún más patente en su tercer álbum, Absolution.

En Black Holes and Revelations nos topamos con una banda más madura y aunque que se aleja significativamente del sonido que caracterizaban sus primeros discos, mantiene intacto el espíritu de Muse. Ese espíritu que hace que cada álbum te envuelva con su música de principio a fin y que confirma por qué es uno de los grandes grupos de la década.

En la próxima entrega de Músicas heterodoxas: System of a Down.

18 de enero de 2007

Puedes dejar de ser un idiota si sabes como conseguirlo.

Dos hombres en una cafetería discutían airadamente sobre temas veniales. El camarero del bar era uno de ellos, un muchacho que apenas superaba los veinte años y que se jactaba a menudo de ser un sujeto docto en lo concerniente a culturilla general y actualidad en particular. Aducía que sus conocimientos y su saber estar eran debidos a su gran experiencia en el mundo de la hostelería, dado se dedicaba a ello desde muy jovencito. Su interlocutor era un muchacho cercano a la treintena, relativamente conocido en el barrio y aunque a primera vista no se percibía, poseía un ligero retraso mental sabido por todos.

Durante el transcurso del pequeño debate que mantenían y harto ya de lidiar con una persona a la que consideraba un ignorante, el camarero quiso dar por zanjada la conversación:

- Y tu que vas a saber si eres tonto…eres tan tonto que hasta tienes una paga por serlo.

Tanto el muchacho como los allí presentes se quedaron estupefactos por el comentario del empleado de la cafetería, que un intento por resultar gracioso sus manifestaciones habían resultado de muy mal gusto, logrando por parte de los que allí se hallaban una antipatía compartida.

- Ah, con que yo soy tonto –dijo el hombre con gesto de perplejidad-. O sea, tú que te levantas todos los días a las seis de la mañana y te pegas aquí todo el día trabajando como un esclavo a cambio de un sueldo miserable, tú no eres tonto. Yo que me levanto todas las mañanas a la hora que me da la gana y cuya única ocupación es la de ir al banco y poner la mano para que me den el sueldo, yo, si soy tonto ¿no? Pues no sé yo quién es más tonto de los dos.

La contestación arrancó una sonrisa a los presentes y el consiguiente sonrojo del camarero, que no volvió a decir nada el resto del día.

Para poder lograr no continuar siendo un idiota:


Puedes dejar de ser un idiota si sabes como conseguirlo (edición principiantes)


Una guía básica paso a paso para todo aquel que quiera dejar de ser insignificante y, aún mejor, sí además puede conseguirse sin trabajar.


Esta primera edición para principiantes consta de los siguientes capítulos:

Capítulo I.: Como conseguir que todos le presten atención.

Les enseñaremos los pasos a seguir para ser el centro de todas las miradas allá donde vaya.
- No ceder el asiento a ancianos, embarazadas y minusválidos aplicando el cinismo.
- Cómo colarse en las filas con total desfachatez sin esperar su turno.
- Gánate a tu jefe siendo un delator.

Capítulo II.: Total dominio del léxico.

Aprenderán a usar a la perfección oraciones como: “Si, si, vale, va a ser lo que usted diga señora” y “Ah, ¿pero había qué guardar turno?

Capítulo III.: Lograr ingresos extra.

Cómo obtener beneficio gracias a las demandas por pequeños accidentes –el charco de agua-, estafas al seguro por medio del falso robo o procurarse una baja por enfermedad por el resto de su vida. Todo ello perfectamente explicado y con sencillos ejercicios .

¿A qué esperan?, deje de ser un idiota gracias a nuestra guía “Puedes dejar de ser un idiota si sabes como conseguirlo” (edición principiantes).

Otros títulos de esta colección

Puedes dejar de ser un idiota si sabes como conseguirlo

(edición avanzada).

Podrán beneficiarse y alcanzar gran popularidad gracias a una desgracia. Averigüe como sufrir un largo secuestro o una polémica detención y estancia en la cárcel, con todos los gastos pagados, y lograr favorecerse de ello.

Les instruiremos en el modo de ser seleccionado para participar en un reality show con altos índices de audiencia.

Y mucho más…


Ediciones cuatropelos –algunos derechos reservados-