Cosas que nunca cambiarán
AÑO 2068
Desde hace tiempo intentamos cambiar las cosas. Nuestra sociedad, denigrada tantos años, está consiguiendo el respeto que merece de las demás comunidades que conforman este gran planeta que vela por nosotros en un universo tan infinito.
Se nos reconoce nuestra minuciosa organización y ya nadie piensa que está anclada en el pasado; se nos criticó tanto. Una monarquía liderada por una reina es siempre más justa y ecuánime, nosotras somos mucho más compasivas.
Durante todo este tiempo se ha sufrido mucho, a veces los tiempos han sido difíciles, a veces hemos desconfiado de nuestras reinas. No se pueden negar las dudas ante un sacrificio que cuesta muchas vidas cuando el resultado va a ser incierto. En ocasiones no puedes comprender por qué debes morir solamente para llamar la atención. Por desgracia nada es perfecto.
Vosotros jamás nos habéis comprendido, nos habéis visto siempre como una amenaza y siempre habéis pensado que nuestras agresiones eran gratuitas. Creísteis que os hacíamos daño por simple divertimento, nada más lejos de la realidad, cuando te sientes pequeña y frágil hay que ser muy valiente para defenderte aún sabiendo que es a costa de tu vida.
Al fin comprendisteis la complejidad de nuestros sistemas sociales, unos sistemas en los que no hay crisis económicas, en los que se distribuyen los recursos, en los que esos recursos estarán siempre ahí si vosotros los respetáis. Al fin comprendisteis que nosotras solas podemos controlar nuestro destino, que no necesitamos vuestra ayuda, solo vuestro respeto.
Nunca quisisteis ver nuestra riqueza cultural. La fiesta del Sol no es un azote, es solo una fiesta que nos tomamos con humor. Un sentido del humor que jamás creísteis que pudiésemos poseer.
Pero hay cosas que nunca cambiarán.
Para nosotras las abejas ese sentido del humor es uno de nuestros valores más sagrados. Para una sociedad como la nuestra tan dependiente del respeto humano, el humor es la evasión a los problemas, a la sequía, a la ausencia de flores, a la contaminación, a los plaguicidas. Durante miles de años nuestros dramas y nuestras comedias se ha ido sofisticando sobremanera. Pero esa sofisticación se ve mermada por esas cosas que nunca cambiaran. Jamás aprendimos a contar hasta cinco. No se pueden hacer rimas con el cuatro, y, puede que eso, nos lleve hasta la extinción. Cuando alguien dice el cuatro, la pesadumbre de no saber con qué rimar, nos mata, nos mata…nos mata.
6 comentarios:
Madre mía, que susto, creía que me hablabas del futuro... con lo republicana que soy...;)
Besicos
Pues sí es el futuro Belén, si no cuidamos de esas comunidades que dependen de nosotros porque así lo hemos querido los humanos, el mundo desaparecerá, dejará de haber flores de donde sacar medicamentos, la contaminación seguirá elevándose y la Tierra irá desapareciendo poco a poco.
Tienen mucha razón las abejas que usan a CUATROPELOS de portavoz.
uf la verdad que se pone el vello de punta nada mas que de pensarlo, muy apocalíptico hoy em..
Perdonad, la verdad es que no era mi intención ponerme apocalíptico. Lo del año futuro era para despistar X·P pero ahora que lo decis me ha quedado un pelín inquietante X·D
Saludines.
Pues a mi me parece fantástica la entrada chico... será que tengo yo el dia un tanto "peculiar" también...
Besos!
muy provisor diría yo, de lo que podría ser y de cómo están las cosas en el Ahora, me gustó esa crítica invertida como un cuento, un beso
Publicar un comentario