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4 de junio de 2007

Fabricando a Sarkozy

No es extraño que tras la victoria de Nicolás Sarkozy sus admiradores intenten encontrar el camino que llevó al conservador francés a convertirse en presidente de Francia. Y como no iba ser menos, su homónimo español, el señor Mariano, ha enviado a sus secuaces a copiar el programa electoral de don Nicolás a ver si a sí convence a los pobres españolitos, que hastiados políticamente, no saben que es lo tienen que votar en las próximas elecciones generales. A fin de llevar la lección bien aprendida los asesores de Rajoy trabajarán duramente y recopilarán apuntes de los maestros franceses en el arte de la demagogia. Porque ganar unas elecciones sin programa electoral tiene un gran mérito. A todo el mundo no le sale.

En un país como España en el que las grandes preocupaciones de sus ciudadanos son terrorismo, vivienda, seguridad e inmigración, para un Sarkozy cualquiera es relativamente sencillo captar votantes de entre el principal sujeto marginal en lo que a derechos se refiere de Europa. Decir lo que quiere oír al nativo caucásico/a de clase media, entre treinta y sesenta y cinco años, y que además es el que aporta el grueso de los impuestos de éstos países, es la clave de la victoria. Y es que algo tan habitual en estos mundos tan democráticamente occidentales y tan políticamente correctos como es la discriminación positiva acaba por minar la paciencia de la clase mayoritaria, la media, que ven mermados sus derechos y que además les supone un gran coste el hecho de que esto ocurra traspasando con creces lo meramente político y fustigando la dignidad colectiva.

¿Cómo se fabrica un Sarkozy?

La semana pasada fueron abandonados por sus padres en un polígono industrial dos niños de aproximadamente diez meses el menor y unos dieciocho meses el mayor. Tras avisar a la policía, estos se hacen cargo de los niños y tras las primeras investigaciones determinan que los bebes son de padres españoles. Cuando los acompañan a los servicios sociales, éstos últimos le comunican que todos los centros públicos están al completo y que no pueden hacerse cargo de ellos, pero confiesan que el mayor problema es que son españoles. Si los bebes fuesen hijos de inmigrantes, en concreto de origen musulmán o subsahariano, no les hubiera quedado más remedio que acogerlos de pleno derecho dado que no cabe la posibilidad de permitir que se cree una controversia pública al no hacerse cargo de ellos.
Actualmente se hallan en un centro privado de enseñanza que los ha recogido sin cargo el tiempo que sea necesario, siendo las personas que los encontraron los que costean la comida y la ropa sin tan siquiera tener la posibilidad de acogerlos en sus casas por lo ilícito del amparo de unos bebes abandonados sin el correspondiente papeleo. Siempre pagan los inocentes, porque lo que no es justo es recriminable, y si bien es cierto que los inmigrantes en la mayoría de los casos vienen en condiciones muy precarias, dos niños abandonados son dos niños abandonados y no importa su nacionalidad o raza.

Tristemente, circunstancias como ésta allanan el camino a los conservadores radicales para proclamar su propaganda ultraderechista y ser escuchados por los votantes cansados ya de no encontrar alternativas políticas medianamente aceptables.

¿Será Rajoy el fascinador de masas que les diga a los ciudadanos lo que quieren?... ¿Tendrá que venir el propio Sarkozy a hacerlo?...Sinceramente, miedo me da ocurra lo que ocurra.

1 comentarios:

Susana dijo...

uff me pone de mu mala lexe q haya personajes, porque padres no les pienso llamar, que abandonen a sus hijos, ahi, donde pillan...me hierbe la sangre...me importa poco si son españoles, coreanos o del congo, me da igual, son niños, y son personas dependiendes...

por cierto, solo te leo con explorer, ni opera ni firefox...besitos pocospelos, su