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13 de diciembre de 2006

Historias del grano de arena # 7. Fashion victims

La conducta humana es a veces sumamente insólita. Si lo analizamos de forma objetiva el hecho de utilizar determinado tipo de vestimenta según requiera la ocasión se podría considerar un comportamiento bastante abstracto, ello por no decir en cierto modo absurdo.
En teoría la ropa se concibió como un elemento puramente funcional, básicamente para protegernos del frío; pero es una constante desde los albores de la civilización la costumbre de adornarnos y embellecernos según los criterios estéticos de cada época y cada cultura. Poseemos indumentarias para hacer deporte o estar cómodos, atavíos para usos cotidianos, uniformes que determinen la pertenencia a un colectivo o empresa e incluso prendas especialmente diseñadas para dormir, porque debemos ir elegantes hasta en el lecho y si es acorde con las últimas tendencias aún mejor.
En la cúspide de nuestro afán por engalanarnos nos enfrentamos a grandes retos, acontecimientos en los que nuestra estética habitual es inapropiada. Actos en los que los presentes debemos seguir unos cánones estéticos determinados por una esencia que va más allá de todas las modas, algo denominado etiqueta. En esta categoría el máximo exponente, el evento de los eventos, son las bodas.
En las bodas no solo debemos cuidar al detalle nuestro vestuario, sino que es fundamental un peinado apropiado y en el caso de las mujeres un maquillaje acorde con la solemnidad del acto. En el supuesto de un personaje ficticio, como es mi caso, el hecho de ser invitado a un enlace puede suponer un grave problema. En primer lugar qué atuendo ponerme, dado que siempre voy desnudo, y en segundo lugar, pero no menos espinoso, qué hacer con el peinado, dado que solo tengo cuatro pelos.
Pues en esa tesitura me vi envuelto en cierta ocasión, la invitación a una boda, un boleto premiado para más de un dolor de cabeza. Porque no crean que es fácil encontrar una indumentaria que convine con alguien más bien cabezón y de color azul, pero al final fue el menor de los problemas. Aunque me decanté en un principio por un insigne traje negro la señora de la tienda me recomendó todo lo contrario. Decidimos que mejor el blanco puesto que, según ella, acentuaba el color de mis ojos y me hacía resultar más aparente dado que soy un tanto delgaducho. Una corbata rosa completaba el conjunto por aquello de dar un toque informal.
El asunto del traje estaba resuelto, ahora quedaba el cabello, un tema peliagudo. Afortunadamente una amiga mía es propietaria de una peluquería y hacia allí me dirigí.

- ¿Qué hacemos con estos cuatro pelos, ídem?, me preguntó un poco apurada.
- Pues no sé si es apropiado, pero había pensado en un recogido, le dije con ciertas dudas.
- ¿Un recogido?...bueno, veremos lo que podemos hacer, me contestó resignada y comenzó con la tarea.

La peluquera estaba haciendo todos los malabares capilares que sabía para poder sacar algo en claro cuando sentí un ligero tirón.

- ¡Ay cuatropelos!, que sin querer te he arrancado uno, me exclamó angustiada.
- ¡Rayos y centellas! ¿Cómo ha podido ocurrir?, le grité en un arrebato. Ella me miraba avergonzada.
- No te preocupes mujer, demasiado. Es muy complicado trabajar con estos pelos, le dije sin darle mayor importancia al asunto, en el fondo ella no tenía la culpa de que yo tuviera cuatro pelos.
- Bueno, ¿y ahora que hacemos con estos tres cabellos?, me preguntó suspirando.
- Podrías hacerme una trenza, la ocurrencia me pareció brillante.
- Podemos intentarlo, comenzó decidida con la tarea.

Con cara de concentración y una paciencia infinita, incluso bizqueaba, cogía los pelos con la punta de los dedos y los trenzaba con cuidado. Casi había terminado cuando de nuevo me arrancó otro pelo sin querer.

- ¡Hala!, otro pelo, me dijo en voz baja por si me enfadada.
- Ya me he dado cuenta, le manifesté sin alterarme, ya crecerá, que le vamos a hacer.
- ¿Y ahora qué? Solo te quedan dos pelos.
- Hazme dos colas, le contesté con seguridad.

Y se puso manos a la obra, pero en esta ocasión a las primeras de cambio se quedó con otro pelo entre sus manos.

- Cuatropelos, ¿Qué hacemos?, su cara era de circunstancia.
- Hmmm, no te preocupes, iré a la boda con el pelo suelto. Le di las gracias y me marché resignado pero feliz.

Me presenté en la boda perfectamente trajeado y perfumado, con mi “pelo” limpio y recién peinado, pero para mi sorpresa resultó ser una boda por el rito Zulú, porque si no lo sabían es de lo más “cool”. Todos iban casi desnudos con taparrabos de leopardo y sombreros con plumas. Cuando algún invitado me veía, se paraba a mirarme y parecía pensar…ya está el típico impresentable que le gusta llamar la atención…me pase toda la celebración disimulando que no me daba cuenta.

Aquella tarde me confirmó lo subjetivo que es ir bien vestido. Después de todos los esfuerzos que había realizado por ir de acuerdo con los cánones establecidos, incluyendo las bajas de los tres pelos caídos en combate, al final el resultado fue que no iba del modo apropiado y criticado por ir excesivamente distinguido; ciertamente resulto ser una revelación bastante extravagante e inquietante, un error por presentarme correctamente vestido.
Si quieren que les diga la verdad, no me importó lo más mínimo. Al mirarme al espejo veía que con el traje blanco y el “pelo” al viento me percibía muy elegante y favorecido que en el fondo es lo más importante, sentirnos bien sin vernos obligados a ser borregos al amparo de las dictaduras estéticas. Y es que el que no se consuela es porque no quiere.

14 comentarios:

flatt dijo...

vaya,no se si tomármelo como una casualidad pero llevo toda la tarde a la idea de comprarme un sombrero tipo Annie Hall y un poncho para protegerme del frio en clase y,abro tu blog y mira lo que me encuentro un post titulado fashion victims.

Me apetece comprarme un sombrero sabiendo que hay personas de mi "círculo" que encontrarán que es horrible pero, ¡oye! llevo toda la vida queriendo un sombrero como ese!!!! Ahora no va a decidir la gente qué es lo menos raro para que yo me lo compre,no??

Disfruta de tu unipelo ;-)

Anónimo dijo...

Que gracia me ha hecho lo de "Hmmm, no te preocupes, iré a la boda con el pelo suelto."

El que no se consuela es porque no quiere. En una ocasión fui a una boda y se me olvidó quitarle la etiqueta a la falda que llevaba. Una vez terminada la ceremonia religiosa nos fuimos en procesión andando detrás de los novios todos los invitados hasta el restaurante. Todo los del pueblo salieron de sus casas para vernos. Yo notaba que me miraban y comentaban algo. Dios mio cuando me dí que la etiqueta colgaba de mi falda y ponían en letras grandes y rojas "Oferta, 6900 pesetas" :-)

Mond dijo...

¡Te ves guapísimo con un solo pelo! A quitar esa cara de tristeza y poner una sonrisa que te queda mejor. Me ha encantado la corbata...

cuatropelos dijo...

¿Qué es lo que te impide comprarlo somezing?...ve hoy mismo a la tienda y te haces con tu sombrero y con tu poncho, ¿acaso se lo van a poner los demás? :·D

Eso es ciertamente una situación embarazosa mina harker X·D...y tengo la extraña costumbre de hacerme un manchurrón horroroso y misterioso en la corbata, y es misterioso porque ya lo llevo a la ceremonia en sí sin ni tan siquiera llegar al restaurante X·S

¿Te ha gustado la corbata mond?...pues tengo una amarilla que es lo más (es verdad) X·D. Lo ideal hubiera sido que hubiesen ido todos en traje y yo solo de zulú :·O

flatt dijo...

pero qué guapísima que estoy con mi NUEVO SOMBRERO!!!!! Acabo de comprarlo y lo llevo puesto dentro de casa y qué bonito es!!!

El poncho para otro dia que hoy no hay tiempo

Saltasetas dijo...

ahora la verdad es q me importa menos ponerme traje y hacer la parafernalia... pero me acuerdo que cuando era más joven, no fuí a más de una boda porq me parecía ridículo que no puediera ir con la ropa que me diera la gana...

Norma dijo...

Buenísimo el texto, cuatropelos, ja, ja. Un recogido, trenzas, dos coletas y el pelo suelto XD

Mira, si la boda es de amigos, se puede hacer de más y de menos, pero si es de familia, ya puedes dejar la dignidad a un lado y disfrazarte de persona, porque ahí está la señora MADRE, para examinar que todo esté como tiene que estar. ARGGGGGGGGGGGGGGG
Odio vestirme de "persona". Lo del maquillaje, no, eh, por ahi no paso. No me maquillé en mi boda, no te digo más. Las que tenemos aspecto aniñado, con maquillaje parecemos pendones. No, gracias!!!

Parches y salud dijo...

Juas juas juas menuda historia te has montado con la excuda de la vestimenta. Relamente cojonuda, sobre todo la parte de la peluqueria.

Respecto al post, el mundo esta llenos de "petimetres". Me alegro de que tu no seas un@ de ell@s

cuatropelos dijo...

Felicidades somezing, tu no te preocupes, como se suele decir...ande yo caliente, ríase la gente X·P

Saltasetas que le vas a contar a alguien que si se ponía una simple camisa para salir los amigos se burlaban y decián ¿Qué te has puesto la camisa para ligar?...

cuatropelos dijo...

Gracias norma y fresh :·D

Sobre el maquillaje siempre me ha dado la sensación de que no es saludable para la piel, quizá es una tontería pero es una impresión que tengo. Lo de la peluquería he de confesar que es un viejo chiste para niños que me parecía procedente y apropiado por aquello de los cuatro pelos X·D

fresh sobre los petimetres ¿te refieres a los de la boda de la historia o sobre la gente que copia&pastea sin referenciar?
Si es sobre los invitados a la boda, jejeje, hay cada gañan suelto por ahí que lo de "vive y deja vivir" creen que es algo relacionado con la vida y la muerte. X·D Sobre lo de copiar, creo que es bastante absurdo, personalmente escribo este blog para transmitir algo mío, suplir la necesidad que casi todos tenemos de tener algo que decir y que la gente te escuche (en este caso leer) independientemente de la calidad, bueno o malo, pero propio. Creo que el copia sin referenciar se engaña más a si mismo que a los demás. Se dice que se descubre antes a un mentiroso que a un cojo X·D
Qué a alguien el cuesta trabajo escribir?.. es más honorable decirle a los demás "leete esto que es buenísimo y lo ha escrito tal" a que te pongan colorado por haberte apropiado de el.

Parches y salud dijo...

Por Petimetre, me refiero a toda persona que rige su vida por las modas. Lo cual me parece de una falta de personalidad inmensa. Un acosa es que te guste un amoda y la sigas y otra muy diferente es que sigas cada moda que va saliendo dejando en el baul de los recuerdos (o en la basura) los restos de la moda pasada.

¿Acaso la gente no ve que es otra forma de alimentar nuestro consumismo?...

Susana dijo...

joer yo hace años que no miro lo que la gente lleva puesto...será porque voy por la calle vestida de payasa, comprando al super y etc...y la gente te mira, y piensan, y esa de donde ha salio...asi que yo paso...y en mi vida, normalmente me pongo lo q me apeteceeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
por cierto somezing yo casi siempre uso gorro en invierno..y si alguien te mira...será purita envidia ajajaj besitossssssss malospelos, su

Norma dijo...

Hola Cuatropelos, veo en casa javi Moya que te gusta Patricia Conde. Que me gusta a mi, mi Patri!!!!
La viste en un video de los Hombres G (No lo sé, no me acuerdo, dejame en paaaaaaaaaaz) Que bueno el video, que buena mi Patri!!!!!!!
Besos

cuatropelos dijo...

freshmaker, el mundo está plagado de gente así, prácticamente todos nosotros, fastidioso pero cotidiano...ejemplo, es algo frívolo pero sirve...los bares, hay bares de copas que no dejan entrar a gente por como visten, y lo más probable es que el tipo de gente que no va de acorde con la estética del local consuman más. Extraño ¿verdad?

¡Qué fastidioso es el beta para dejar comentarios! ¡Caramba!...por no decir algo más fuerte.

susana, sinceramente (y me sonrojo) para mí trabajo ciertamente no puedo ir vestido como quiera y no es que me digan nada, sino que adquieres hábitos por culpa del entorno. Eso sí, en mi tiempo libre me quito esa espina y voy como me dá la gana.

norma, me habras confundido con otro cuatropelos que habrá suelto por hay ;·P...dios me libre de opinar sobre damas en otros blogs, no se sabe quién lo puede leer. X·DDDDD
El video de hombres G no lo he visto (y si lo he visto no me acuerdo) pero lo que gusta de Patricia Conde va más alla del físico, es su simpatía y la cercanía que trnasmite...al menos en tv :·D