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4 de septiembre de 2006

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

¿Qué ocurriría si una máquina dotada de inteligencia artificial desarrollara sentimientos como el amor y el odio?
El análisis de hasta dónde llega la frontera de esta presumible existencia ha sido fuente de inspiración de escritores y directores cinematográficos, dando lugar en el caso de estos últimos a algunos de los filmes mas influyentes del cine contemporáneo, siendo su máximo exponente la excepcional Blade Runner de Ridley Scott que marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción.

Otros filmes como El Hombre Bicentenario nos pone en el chasis de un androide que lucha por su derecho a ser reconocido como humano, Yo, Robot que sin dejar de ser una cinta de acción pura y dura también nos ofrece este planteamieno, y una película que ideada por Stanley Kubrick y que tras su muerte fue producida y dirigida finalmente Steven Spielberg como es A.I nos llena de compasión por ese niño mecánico dotado de una capacidad infinita de amar y que solo busca sentirse querido por su madre.
Las máquinas inteligentes, en este caso sin sentimientos, también han dado lugar a proyectos como la serie Terminador o la trilogía Matrix, ejemplo de otro giro de tuerca en la fantasía futurista cinematográfica.
Pero llegado el momento en que la tecnología consiga dotar a un ordenador o a un autómata de inteligencia artificial, proporcionando la posibilidad de que albergue conciencia en si mismo…¿Tendría el ser humano la exclusividad de eso que define al homo sapiens denominado “racionalidad”? ¿O habría que cambiar los términos para los individuos o “cosas” que, como decía Descartes, piensan, luego existen? ¿Cómo nos denominaríamos?
Si la humanidad no baja de su pedestal ególatra de ser el único animal en la tierra denominado racional…¿Qué derechos de estos seres de metal estaríamos quebrantando?...
Seguramente les pasará como a las rubias… hay habladurías sobre su desaparición…que tendrán que defender que es falso eso de que máquina e inteligente no existe.

4 comentarios:

Ruben dijo...

Lo que pasa es que tememos a lo desconocido e impredicable ... los sentimientos puestos en maquinas es uno de los casos.

Mond dijo...

El año pasado leí un libro sobre esto, la diferencia que el autor planteaba entre máquinas y seres humanos no eran los sentimientos ni las emociones, era algo mucho más "simple"... el sentido común.

Parches y salud dijo...

Pues es un tema muy dificil de tratar, puesto que aun no hemos conocido ningun androide con sentimientos. En cambio si me parece mejor lo que dice Mond, dotarles de sentido comun. Aunque creo que si lo hicieramos, su propio sentido comun, acabaria por decidir que lo mejor es acabar con nosotros... Y lo jodido es que seria lo mejor.

cuatropelos dijo...

La clave del asunto es el temor a lo desconocido...he utilizado máquinas como podría haber utilizado extraterrestres, el monstruo de frankenstein o king kong...al final siempre es lo mismo, destruimos a quién o lo que no comprendemos.

Si no me equivoco, creo que los primeros pasitos que se están dando en dotar a ordenadores o automatas de IA se basan en intentar inculcarles un rudimentario sentido común...que peligro...en todas las películas que las máquinas inteligentes acaban con la humanidad, fundamentan el exterminio en el más puro sentido común...lo peor es terminan siendo razonables los motivos...la humanidad debería cambiar.

Saludos.