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6 de septiembre de 2006

¿Por qué llamarlo mala educación cuando podemos decir que es sinceridad?

En cierta ocasión tuve una compañera de trabajo que se llevaba mal con casi toda la plantilla, tenia la extraña costumbre de discutir y enfadarse con cualquiera por el motivo más insignificante, y sin un mínimo respeto a las formas ni al ámbito en el que se encontraba…llego a la curiosa conclusión de que todos (o casi todos, yo no me llevaba especialmente mal con ella) éramos unos anormales y que teníamos un problema… tengo que decir en su favor que en cierto festejo empresarial deleitó al público masculino con un escote hasta el ombligo, recuperando parte del crédito perdido… con el tiempo se fue haciendo un vacío ella sola y cuando se marcho de la empresa no se le echó de menos por la mayoría y algun@ hasta se alegró.

En el universo imaginario que supone cada nueva edición de cualquiera de estos importantes eventos televisivos que son los reality show (véase gran hermano o similar), uno o varios personajes ocupan un rol consistente en formas de expresión malencaradas y caracterizados por su peculiar concepto de la convivencia. Se escudan en son personas que dicen las cosas a la cara, según ell@s sin ánimos de acritud, que ell@s no tienen culpa de ser ¿sinceros?, y logrando el dudoso mérito de ser gratificados con la antipatía del resto de concursantes que se traduce en la consiguiente votación y nominación para ser expulsados de la jaula, siempre dependiendo de la dictamen de la audiencia.

¿Por qué “gratificados” con la antipatía de los participantes? Porque por una incoherente razón el público valora esa supuesta franqueza como algo positivo, obteniendo así muchas opciones de ganar el concurso…curioso.

Perdón, pero a mí esa espontaneidad y sencillez lo que me parece es mala educación, ¿Cuál es el derecho que le otorga a éstas personas la potestad de insultar impunemente a los demás?¿Usted es sincer@ y dice las cosas a la cara? En mi humilde opinión usted lo que no tiene es vergüenza, váyase a vilipendiar a su padre, que el pobre no tiene culpa pero a mí déjeme en paz. Permitamé mis condolencias, usted se va a llevar mal con su comunidad de vecinos.

Si la grosería es sinónimo de sinceridad, ser prudente de qué lo es, de ¿hipocresía?...¿donde está la diferencia entre estas personas y mi ex-compañera de trabajo?...¿que no sale por la tele?

6 comentarios:

Ruben dijo...

No se vale ... este es un post que queria hacer yo !!!

Y es que pienso exactamente igual que tu. Me enciende la sangre cada vez que alguien me dice que es gente franca y que dice las verdades en la cara. Pues pura mierda. ¿Quien te eligio juez?. ¿Quien te dio el derecho de amargarme la vida?.

Soy prudente en mis relaciones y trato de llevarme bien con las personas que me rodean. Si puedo hacerles un bien, muchas veces lo hago aun a mi propio costo. Si en algun momento tengo que ayudarles on algo que les duele, trato de hacerlo suavemente. El esptar cosas a la cara de las personas es mala educacion. No es otra cosa.

cuatropelos dijo...

Perdón por lo del post...

A mí lo que más me fastidia es que por intentar ser prudente y "bueno", el agresor oral con aire condescendiente te insinúe que eres tontito y que no tienes caracter porque no sabes.

Podría ser un cabrón, pero no quiero ¿por qué tengo que serlo?

Saludos.

Mond dijo...

Han leido o escuchado algo sobre "inteligencia emocional". He ahi toda una teoria sobre por que la gente se escuda bajo frases estupidas...

cuatropelos dijo...

Me parece que la gente se toma demasiado en serie los manuales de autoestima de todo a cien. En mayor o menor medida todos tenemos nuestro corazoncito...hasta las malas personas...supongo.

Ferguson dijo...

Oye, muy buen post. Coincido plenamente contigo.

Felipe dijo...

Completamente de acuerdo. Cuando alguien se jacta de ser sincer@, más vale mantenerse lejos. Sinceramente.
http://petromato.blogspot.com