Yurei
…Sumi...Sumi…
¿Natsuko, eres tú? Sabes que no me gustan esas bromas.
Detrás de mí…escucho pasos…el sonido me apacigua, es la señora Hyobanshi, ya ha llegado del mandado…Voy a llamarla…¡Señora Hyobanshi, señora Hybanshi¡ ¡A su hija le ocurre algo, venga deprisa!...no me contesta...me giro con la intención de bajar rápidamente a avisarla, pero una figura sube por la escalera…despacio…es una niña de unos doce años con su gélida mirada clavada en mí, el miedo obstaculiza mi huida…se acerca..se acerca…se que quiere hacerme daño.
Mi prima Sumi Fukuda y su amiga Natsuko Hyobanshi llevan desaparecidas tres días y lo último que se sabe de ellas es que estaban estudiando en casa de los Hyobanshi, la madre de Natsuko, las dejó en la habitación antes de salir a hacer unos recados y a su vuelta ya no estaban, hasta el día de hoy…
Mi tía Ginko me ha rogado que investigue un poco…se rumorea que es cosa de Onis …mis padres que son muy religiosos me piden que lo deje estar…que no me meta, que ya no se puede hacer nada…que ya sabían que en esa casa tarde o temprano iba a pasar algo…ju-on, ju-on…no vayas alli Yasuko, por favor.
Creo que la tía me lo ha pedido a mí por hace un tiempo tuvimos que hacer un reportaje en el trabajo sobre Onis y Yureis en el Japón contemporáneo y junto con mi compañero vivimos…como lo puedo decir…¿experiencias paranormales?...estábamos investigando para el programa y se puede decir que vimos algo, ¿el qué?, no lo se…
Realmente no soy una experta pero a esa familia…en los malos momentos siempre han estado ahí…y a mi prima, creo que se lo debo, echar una ojeada es lo mínimo que puedo hacer.
El lugar es un adosado, el musgo está siempre presente en las paredes exteriores…la casa esta cerca del río Kanzaki y la humedad allí es permanente, la estrechez de la calles ha hacen aún mas sombría. He llamado a mi compañero Tetsui para que me acompañe, es un excelente editor de video de la cadena y probablemente el mejor amigo que tengo…vive en centro, en Umeda…y es muy escéptico…es único dando una explicación racional a lo que no lo parece.
…¿Y por qué empezamos por la casa?...no se…a lo mejor las niñas están gastando sus ahorros en el centro, se están dando un homenaje…es tiempo de exámenes finales, estaban hartas de tanto estudiar y se han fugado a vivir una aventurilla.
No lo creo, Sumi es una adolescente muy responsable…tiene las cosas muy claras y una vida planificada…no creo que haya sido una locura.
…Si tú lo crees así………
La familia Hyobanshi no ha vuelto al lugar desde la desaparición de las niñas, las cortinas impiden que la luz del día penetre en la estancia, solo unos rayos de sol permiten observar el polvo en suspensión, las ventanas están cerradas, un el fuerte olor a humedad impregna la casa.
…Vamos a abrir las ventanas…¡Que mal huele!...es que no se puede quedar todo cerrado… y menos en esta zona de la ciudad.
Abrimos los ventanales y plegamos las cortinas, el salón cobra vida, el aire fresco va eliminando rápidamente el olor rancio.
Yasuko, vayamos primero a la habitación a ver si encontramos alguna pista…
Ve subiendo tú Tetsui, quiero comprobar una cosa en la cocina.
…Como quieras…
Voy buscando el sake, esta en el frigorífico, cuando empieza a hacer calor se toma mejor frío…bebo un trago…me da unas nauseas horribles…su sabor…es…, me quito el mal sabor de boca con un poco de agua.
¡Tetsui! ¿Has visto algo?...no contesta…
Subo a la habitación de Natsuko, seguro que está en la ventana fumando un cigarrillo y no me ha oído.
Subo las escaleras, los escalones de madera crujen a cada paso…la luz no llega hasta aquí… la habitación sigue cerrada, está oscura… Tetsui no ha llegado a estar aquí…voy a abrir las ventanas…noto una presencia en la estancia…seguro que el loco de Tetsui está escondido para asustarme…abro las cortinas y ella está allí, quieta, mirándome.
Me desplazo lateralmente, sin dejar de mirarla, como si fuera un animal salvaje a punto de atacarme, sin darle la espalda…intento escapar…voy tanteando apoyándome en la pared en busca de la salida, no debo apartar mis ojos de los suyos…salgo de la habitación, cierro la puerta de un portazo…salgo corriendo, voy a salir de esta casa…pero ella está allí, al pié de la escalera, esperándome.
¡Tetsui! Grito con todas mis fuerzas, no me oye, quizás él ya no pueda ayudarme.
Me giro, voy a volver a la habitación, ¡No! Volverá allí…miro a la escalera y ya no está, voy a bajar.
Ando lentamente, sigilosa, no quiero que me escuche…se que no sirve de nada…estoy muy nerviosa…consigo llegar a la planta inferior, parece que no esta aquí…¡No puedo abrir la puerta!, miro a mi izquierda y ella viene hacia mí, despacio, parece levitar, tiene sus brazos extendidos, esta muy cerca. ¡No puedo abrir la puerta! ¡Socorro! ¡Ayúdenme! …
Un fuerte golpe me tira al suelo, casi quedo inconsciente, intento incorporarme rápidamente pero lo hago con torpeza, el portazo casi me deja k.o.
¡Yasuko! ¿Qué pasa?, te he oído gritar desde fuera.
¿No la has visto?
…¿A quién?
…la niña…¿no has visto a la niña?
Yo no he visto nada…solo te he escuchado gritar y he venido inmediatamente.
¡Quiero irme! ¡Quiero salir de aquí!
Antes de salir reparo en que el salón vuelve a estar oscuro…abrimos las ventanas al entrar, estoy segura…al fondo se intuyen dos figuras que nos observan…¿Sumi?...no responde…¡Sumi!...aunque no puedo verlas con claridad se que son mi prima Sumi y su amiga Natsuko
Ya han pasado dos días, cinco desde la desaparición de las niñas. Consultando en hemerotecas y preguntando a los vecinos descubrimos que treinta años atrás vivió en esa casa un matrimonio con sus tres hijas. El padre…con problemas económicos… vendió a las dos mayores a una Okamisan de una casa de té en Tokio…tristemente, en otros tiempos esto ocurría habitualmente.
Desde aquel día la más pequeña dejo de hablar y de tomar alimento, recluyéndose en su habitación…en la ventana, sollozando, esperaba el regreso de sus dos hermanas.
Un día Akane, que era como se llamaba la muchacha, desapareció sin dejar rastro. Sabiendo del estado de su hija sus padres pensaron que se dirigía a Tokio en busca de sus hermanas.
Pero una vez allí descubrieron que sus hijas mayores ya no estaban allí, la madre de
Los padres jamás volvieron a Suita, se dice que la madre murió de pena y que el padre presa del arrepentimiento al ver el alcance de sus actos se ahorcó en un almendro en las afueras de
Sinceramente creo que Akane no fue a buscarlas, simplemente se quedo esperando...de Sumi y Natsuko no sé si en el futuro se sabrá algo de ellas…
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