-->

10 de julio de 2008

Historias del grano de arena. # 14. Cabeza de Chorlito.

Como los de su especie, Manolito “siente” más que el resto de los seres humanos. La ira, la tristeza, la alegría, siempre las expresa con un proceder desapaciblemente elevado.

Aprovecha el libertinaje que conceden unos padres trabajando para “tirarse” a la “parienta” en horario escolar. Para él la certeza de que el colegio es una pérdida de tiempo, paradójicamente, le hace considerarse por encima de los demás y una casa entera para ellos toda la mañana es algo que no se puede desaprovechar. En la extraña exaltación del sentimiento que posee, no duda en alardear de las aventuras matinales con su novia como si fuera la única persona en el mundo que tiene relaciones sexuales; y es que algunos individuos tienen la tendencia a pasarlo mejor o peor que el resto de los mortales. Si les contamos que tuvimos una enfermedad, ellos la padecieron pero más grave. Si les contamos que lo pasamos bien en una fiesta, ellos el mismo día disfrutaron mucho más. Si una vez estuvimos a -5ºC, ellos soportaron los -10ºC, si nosotros a 45ºC lo pasamos mal, ellos a 50ºC estuvieron a punto de morir. Manolito es una de estas personas.

Manolito ha dejado embarazada a su novia. Él que es más listo que nadie decidió no usar preservativos. Él que es un “hombre” obligo a su pusilánime y manipulable compañera temporal a responsabilizarse de aquella molestia…¡Que le vamos a hacer! No os preocupéis que yo “doy la cara” como “hombre” que soy.

Manolito ha dejado el instituto. Manolito ha encontrado trabajo en un taller de mecánica de motos. Manolito se ha ido con su novia a un piso alquilado y tiene pensado casarse cuando tengan al niño. Pero Manolito sigue emborrachándose todos los días en el parquecillo, sigue dando vueltas y haciendo malabarismo con la moto trucada que ama más que a su novia. Manolito continúa siendo un irresponsable al que su pareja espera noche tras noche con la esperanza de que no se haya gastado todo el dinero en cerveza y hachís. Se desespera temiendo que la llamen comunicándole que el hombre de su vida ha muerto en un accidente de tráfico por culpa de una cabriola, porque aunque le pese, ella sí está enamorada.

La familia malvive con un sueldo precario y con el persistente miedo al fin de mes agravado por el comportamiento de Manolito. Ya son cuatro. Al nacer su primer hijo no pudo resistir acostarse con su novia tras salir de la maternidad. Él es un hombre con unas necesidades que no frenan el post-parto ni los puntos de sutura. Ella volvió a quedarse embaraza en la cuarentena.

Ella vive con su madre y los dos niños. Él tiene una orden de alejamiento por maltrato y se ha atrincherado en su paupérrimo piso alquilado que no sufraga porque no tiene empleo.

Manolito ha muerto. Su compañero de celda lo ha apuñado tras una discusión causada por una de las bravuconadas de Manolito. Ingresó en prisión por tráfico de estupefacientes y jamás verá crecer a sus hijos por haber sido siempre un cabeza de chorlito.

6 comentarios:

Mond dijo...

Pues Manolito (o Manolita) se perdió de la magia de la vida... su vida.

cuatropelos dijo...

Lo triste es que hay demasiada gente así. Hola mond

Mond dijo...

¡Claro! Eso es la más triste de la historia (que, en este caso, sólo es eso, una historia).

Hola Cuatropelos... :)

Café con Agua dijo...

Vaya con Manolito... Qué manera tan triste de tirar a la basura todo!

Genial compi! (como siempre arooo...)xD

Susana dijo...

osea que has vuelto y yo sin saberlo anda que...ains no se si perdonartelo em

cuatropelos dijo...

He vuelto más o menos...publico de vez en cuando pero no puedo estar muy atento al "mundillo", me paso por los blogs en visita relámpago...pero gracias por pasarte por aqui :·D