Un parto complicado
En un mundo como este, el blogueril, decidir que ya basta y dejar “el blog” bajo los designios de un servidor, que este caso no es servil, sino el que manda realmente, es una circunstancia que está a la orden del día. La tasa de abandonos se me antoja próxima a la de divorcios, y por mucho que digan por ahí que se abren en el mundo “nosecuantosmiles” de blogs al día, tanto el número de bitácoras nuevas con respecto a las se cierran deben compartir una cifra relativamente similar. Al final va a resultar que la web 2.0 no se diferencia tanto del mundo real, unos mueren para dejar paso a otros que nacen, la ley de la vida.
Tras un periodo de asueto obligatorio, un poco cansancio y una pizca de hartazgo obligan, tenía la imperiosa necesidad de regresar con algo nuevo, distinto, y, si de algo disfruto casi tanto como de escribir es del proceso de remodelación del diseño del blog.
Durante casi el año que lleva abierta esta humilde bitácora los cambios han sido sustanciales. No creo que el diseño sea de vital importancia en un blog, pero si considero que al menos debe ser personal y desde el principio he pensado que desmarcarse de la típica plantilla, en este caso de blogger, era algo necesario en la identidad de una página.
Mejor o peor, más o menos bonita pero única.
La transformación era inevitable, esto debía ser otra cosa. Tras muchas horas de trabajo, y alguna que otra incertidumbre, la metamorfosis culminó en esto:
Una empresa titánica para alguien con conocimientos limitados en CSS y html. Los que se hayan pasado por aquí estos últimos días habrán visto el diseño en activo, penosa tanta variabilidad.
Pero había un problema, cuatropelos ya no era cuatropelos, era otra cosa. Era otro blog y esa identidad a la que le daba tanta importancia se había perdido. Era como cuando nos cambian cualquier utensilio que usamos habitualmente por otro igual. El contenido era idéntico, el funcionamiento era el mismo, pero el tacto y la certeza de que era “cuatropelos” habían desaparecido. Intenté esbozar unas líneas parecidas a éstas, pero era incapaz de escribir en ese blog, tenía que recuperarlo. Ese diseño era para otro blog, pero no para éste.
Al final el alumbramiento has sido difícil, casi por cesárea, y aunque los cambios han sido patentes, creo que ha vuelto a recuperar la esencia que lo creó. No es bonito, no es impactante, y quizás tampoco sea tan “único”, pero al menos sigue siendo cuatropelos y así debe ser.
Y como esto es casi una nueva presentación les doy de nuevo la bienvenida a todos. Si lo desean, critiquen, que aquí no eso no molesta y nunca es tarde para aprender, sobre todo yo.